Sólo deciros que soy un afortunado, que tiene como profesión aquello que le apasiona. Para mi cada nuevo proyecto, al colocarme de nuevo delante del objetivo, es como un nuevo amor que comienza.
Me gusta conoceros, dedicaros tiempo, quiero que me contagiéis de la ilusión que estáis viviendo y que os motiva a buscar un fotógrafo para inmortalizar ese momento tan especial en vuestra vida.
Si has llegado hasta aquí quiero darte las GRACIAS por visitarme y querer conocerme un poquito más.
Estoy encantado de acompañaros en uno de los días más importante de vuestras vidas, juntos lograremos, “captar momentos inolvidables y contar la mejor historia, la vuestra”.
Miguel Ángel
COMENZAMOS... LA PRE BODA
Como fotógrafo, realizo la cobertura de vuestra boda de principio a fin... y me gusta empezar con una sesión previa a la boda, que nos servirá para alcanzar un grado de complicidad y de confianza, que darán sus frutos el gran día.
Haremos una sesión divertida, y os encantará tener estas imágenes como recuerdo. Además si tenéis ya hijos, porque sois una pareja que habéis decidido casaros siendo ya papás, pues todavía más bonito, y qué decir de esa mascota que forma parte de la familia, nos la traemos a la sesión. Pasamos una tarde entre fotos, café, y hablamos de los detalles de la boda, de los tiempos, y claro, de lo rápido que ha pasado el tiempo, parece que fué ayer cuando nos entrevistamos por primera vez.
Ha llegado el gran día, cuánto tiempo organizándo todo. Encontrasteis el restaurante ideal, los zapatos, te acaban de traer el ramo con el que siempre soñaste... la emoción y los nervios llenan toda la estancia, y allí está tu precioso vestido, observándolo todo desde un lugar preferente.
Acaban de llegar tus amigas, vaya sorpresa, ¡vamos a brindar!, y allí estaré yo, para plasmar en imágenes todos estos momentos que recordarás siempre. El tiempo corre veloz, hay que terminar de dar los últimos retoques al peinado, repasamos maquillaje, y nos vamos a poner el vestido que, claro, está hecho para ti. Ahora sí que hacemos unas fotografías que cuando las vuelvas a ver, con el paso de los años, te transportarán a las emociones de este día. Es el momento de fotografiar, tantos detalles y todos importantes, y cada uno tendrá su imagen. Todo está perfecto.
Durante muchos años como fotógrafo de bodas, he escuchado la frase: "es el día de la novia", y está claro que muy cierto no es, el novio tiene listo el traje y papá y mamá caminan nerviosos de un lado para otro. Hay alguien que va a ser la madrina, y quiere estar perfecta. Ahora toca hacer la fotografía de esos zapatos tan especiales, ¡cómo brillan!... Llega más familia, besos, abrazos, la alegría se apodera del ambiente, y empiezan los nervios, ya sabes que estará guapa ... y yo la veré antes, ¡haberte hecho fotógrafo de bodas!. Otra vez me toca ayudar al padre del novio con el nudo de la corbata, y mira que lo ha hecho veces, pero hoy las manos no aciertan. Bueno, aquí ya hay mucha gente, toca irse, que esto ya está en marcha.
Como fotógrafo de bodas, me gusta captar la esencia. Hay que contar la historia de vuestra boda en imágenes; tengo que atrapar las miradas, los silencios y aquellas anécdotas que harán diferente vuestro día.
Ya empiezan a llegar los invitados, allí estás tú, haciendo de anfitrión. Falta muy poco para que llegue la novia, que en instantes va a dejar de serlo. Nos vamos colocando todos en nuestros lugares, la madrina del brazo, y toca esperar, y entonces aparece ... La mirada cómplice entre los novios, susurros, y las lagrimas de emoción.
Da comienzo la Ceremonia, los invitados os acompañan, lecturas y por fin llego el intercambio de los anillos, y parece, que los nervios han desaparecido. Todo es alegría, risas, pétalos, confetti y otras hierbas...Y las felicitaciones se suceden; todo el mundo quiere hacerse fotos con vosotros. La fiesta sólo acaba de empezar...
Ya estáis casados y toca hacer unas fotos de pareja. Tenéis a vuestros invitados en el cocktail y es el día de vuestra boda; ausentaros mucho tiempo, como que no os parece correcto, queréis disfrutar con ellos y ellos con vosotros. Pues tiene una fácil solución, dedicamos un tiempo razonable para hacer unas fotografías y tener el recuerdo de vosotros solos del día de vuestra boda y elegiremos un día para hacer una sesión post-boda, en lugares especiales y sin prisas, además sin el riesgo de la lluvia, que aquí en Cantabria, a veces se convierte en otro invitado de lo más inoportuno. Así que nos vamos a brindar con familiares y amigos, aprovechamos para hacernos unas fotos de grupo y seguimos disfrutando, vamos a vivir el día de vuestra boda, y nos olvidamos del resto.
Ya tenemos nuestro día para la Fotografía de Pareja, la Post-boda, que os daré unas imágenes más estéticas y cómplices, lo que completará vuestro reportaje de boda.
Todo se desarrolla tal y como lo habíais planeado. Vuestros invitados van entrando al restaurante y ahora procede hacer un brindis con todos ellos. Atrás quedaron los nervios de la ceremonia y todo son risas y fiesta. La comida esta perfecta, todo el mundo os felicita. Regalos, corte de tarta y por supuesto la apertura del baile, son los momentos en los cuales vosotros sois los grandes protagonistas, que yo captaré para vuestro recuerdo. Pero como os he comentado al principio, yo empiezo y acabo la boda y todavía queda mucho trabajo que hacer; es ahora cuando la fiesta coge fuerza, copas, música. Ya formo parte de la boda y las imágenes ahora son muy expresivas, llenas de vida. Los invitados disfrutan, os han venido a acompañar y lo están demostrando.
Y yo he estado ahi, desde primera hora hasta ya muy entrada la noche; he disfrutado con vosotros, he tenido la suerte de vivir vuestro gran día.